'Tengo una deuda con la infancia' Habla el ganador del Premio de Literatura Infantil El Barco de Vapor-Biblioteca Luis Ángel Arango (El Tiempo)


La historia de dos amigos de infancia (Juan Camilo y Jacobo) que al llegar a la adolescencia enfrentan el dolor de la separación por la muerte de uno de ellos es, a grandes rasgos, la trama central de la obra ganadora del VII Premio de Literatura Infantil El Barco de Vapor-Biblioteca Luis Ángel Arango, que se conoció esta semana.
El autor de la novela –que lleva como título temporal Euforia– es el escritor antioqueño Juan Fernando Jaramillo Montoya, de 21 años, que se convierte en el más joven en ganar este galardón, considerado uno de los más importantes que se entregan en el país en esta categoría.
“Estoy muy sorprendido. Me parece una gran oportunidad, pues es la primera vez que escribo algo y me parece muy grato llegar tan lejos”, le dijo visiblemente emocionado a este diario el autor, que estudia tercer semestre de Literatura en la Universidad Pontificia Bolivariana.
A diferencia del camino que muchos escritores suelen recorrer, de iniciarse con la poesía y el cuento, para luego saltar a la novela, Jaramillo anota que esta era una deuda suya con la literatura infantil y juvenil, a la que llegó a través de las obras del colombiano Francisco Montaña y de la argentina Liliana Bodoc, una de las autoras más reconocidas de la región, ganadora del Premio Hans Christian Andersen.
“Como que nunca he dejado de ser un niño. Siempre me ha gustado la forma en que ellos reciben con expectativa e inocencia las historias”, comenta Jaramillo, al hablar de su interés por abordar en su relato un tema tan complejo como la muerte.
La historia de Juan Camilo se le apareció por pura coincidencia una tarde familiar en que unos amigos de la casa llegaron y contaron la muerte de su hijo. “Para mí fue un impacto muy grande y sentí el dolor de esa familia. Entonces, me di cuenta de que ahí había una historia que un niño quisiera escuchar”, dice.
Sobre todo porque, como el propio Juan Fernando anota, los adultos “creemos que los niños piensan en eufemismos y no. Los niños lo tienen más claro que uno”.
“Entonces me pregunté: ¿por qué no mostrar precisamente esa conciencia que tiene un niño sobre la muerte?; pues ellos no creen que la muerte es convertirse en angelitos o en un fantasmita. Ellos saben que es oscuridad y ausencia, de alguna forma”, dice el autor, quien además es un apasionado de la obra del escritor Fernando Molano y que, parafraseándolo, dice que quisiera ser profesor para seguir siendo estudiante siempre.
La obra ganadora, apoyada por la Fundación SM y el Banco de la República, será publicada por SM Ediciones, como ya es tradición, durante la próxima edición de la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2015.
Lo que dijo el jurado de la novela
Este año, el jurado del premio estuvo integrado por Ana María Aragón (Colombia), Paula Bombara (Argentina y presidente), Valentín Ortiz (Colombia), María Fernanda Paz-Castillo (Venezuela) y Paola Roa (Colombia). En su veredicto dijo: “Es una historia muy bien construida, con honestidad y sin pretensiones, que logra retratar el sentido de la amistad entre dos personajes entrañables (...). Se destaca el lenguaje coloquial que acorta distancias y provoca emociones auténticas”.
CARLOS RESTREPO
Cultura y Entretenimiento


(Publicado por El Tiempo, 29 de agosto de 2014)

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